"Estaba en casa sólo, y cansado de cascarme me fui a caminar por el patio. Ahí encontre unos honguitos cercanos a un árbol y después de asegurarme por internet que no tenían veneno me los manduqué con la esperanza de que sean alucinojenos. Pero me desvanecí, y cuando me desperté medía un metro setenta" El (ex) enano Mario no sale del asombro.
El único testigo del momento de la transformación es el primo enano de Marcelo Benedetto que llegó a la casa invitado por Mario para que le "haga la dos" por si el hongo le pegaba mal.
Especialistas que investigan el caso no encuentran explicación a lo sucedido pero advierten que la única manera de que Mario vuelva a su enanismo es chocando desprevenidamente con una tortuga. "Estoy pensando si quedarme así o no, porque yo tenía un currito con 'Los Grosos' e imaginate que esto me complicó el laburo". Por el momento Mario seguirá dedicándose a la plomería su oficio de toda la vida. "Y... antes me era más fácil meterme abajo de las mesadas".
Conocida la noticia la casa de Mario se llenó de enanos pidiendo hongos, ofreciendole cualquier cantidad de dinero. "Me quiero matar, ¡no tengo más!" nos dice desesperado sabiendo que se está perdiendo una fortuna. Pero en el fondo sabe que en la vida el dinero es una pequeñez.
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